¿Realmente se 'bajan' tantas películas españolas?

A falta de otros caballos de batalla mejores, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España se montó encima de la lucha contra la piratería en la gala del domingo. Abrió fuego la ganadora del Goya al mejor vestuario, Lala Huete, con una denuncia de las descargas que desde los ordenadores deja a los profesionales del séptimo arte en paro, seguida de un llamamiento a los poderes públicos para que velen por sus intereses.

La presidenta de la Academia, Angeles González-Sinde, también hizo hincapié en este aspecto en su discurso. Así, al mencionar el trabajo de los grandes del cine español, como Fernando Fernán Gómez, Rafael Azcona y Luis García Berlanga, la presidenta dijo que ellos «nos enseñaron que hay que seguir peleando. Peleando para que las descargas ilegales no nos hagan desaparecer, para que nuestros administradores comprendan que en el negocio de la red no pueden ganar sólo las operadoras de ADSL, mientras quienes proporcionamos los contenidos, perdemos. Peleando para fomentar la venta y alquiler de películas por internet de manera justa, cómoda y ventajosa para el usuario. Hay miles de puestos de trabajo en juego».

Ante estas declaraciones, la respuesta de los internautas ha sido tajante. Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, explicó a este periódico que las acusaciones de que las descargas gratuitas de películas están matando al cine español son infundadas, ya que «las películas españolas brillan por su ausencia» en los servicios de descarga de internet, como Bittorrent y Emule.

Para Domingo, el cine español «ya tiene muchísimos problemas como para que encima traten de criminalizar a los usuarios».Este «ataque brutal» contra los internautas «está auspiciado por el Ministerio de Cultura», argumentó, dentro de la campaña que está llevando a cabo contra las descargas gratuitas y que lleva el título de «Si eres legal, eres legal». Una campaña contra la cual los internautas van a presentar un contencioso «por acusar a la gente de algo que en este país no es delito». Y es que, salvo que se modifique la legislación vigente, el intercambio de archivos audiovisuales es legal en España, siempre que se realice sin ánimo de lucro.

«En general, la gala ha dejado muy mal sabor de boca, como se puede comprobar en los foros», aseguró Domingo. Para él, las sociedades de gestión «están echando a los autores contra el público, cuando es muy dudoso que entre los afectados por las descargas estén los cineastas españoles». Incluso duda que las cifras de piratería sean correctas, ya que «son elaboradas por los propias personas que luego las utilizan».

Domingo también avisa a las operadoras de ADSL que cualquier colaboracionismo con la Academia de Cine y las entidades de gestión significará la hostilidad de los usuarios. «Tenemos el ADSL más caro y lento de Europa, o sea que no está la cosa como para que las operadoras empiecen a facilitar nuestras identidades, violando uno de nuestros derechos fundamentales».

Ahora sólo queda por ver si finalmente el Gobierno llevará a cabo una reforma legal para aplicar un sistema de lucha contra las descargas similar al francés, como anuncian desde ciertos sectores.