Después de la propia sangre,
lo mejor que el hombre puede dar de sí mismo es una lágrima.
Alphonse de Lamartin.
Alphonse de Lamartin.
En este blog no hacen falta registros, no hay publicidad alguna, se comparte todo gratuitamente, sin pedir nada más a cambio que el agradecimiento por el trabajo realizado.
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